COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO
2. Educación y formación sobre el cambio climático en el país
3. Comunicación sobre el cambio climático en el país
i. Contexto del cambio climático
El Ecuador tiene una población de alrededor de 17,8 millones de personas (2021). Según el Banco Mundial, es uno de los países de América Latina con mayor crecimiento demográfico. En torno al 64% de la población del Ecuador vive en zonas urbanas, cifra que se espera que en 2050 llegue al 75%. La mayoría de la población indígena vive en la Amazonía, el litoral y la región andina. Catorce nacionalidades indígenas conservan su lengua y su cultura. El Ecuador, situado en América del Sur cerca de la línea del ecuador, es geográficamente muy diverso, y comprende selvas amazónicas, cadenas montañosas andinas y zonas costeras entre las que se cuentan las Islas Galápagos. Esto hace que el país presente diferentes climas, microclimas y una gran biodiversidad terrestre y marina.
En la Tercera Comunicación Nacional del Ecuador a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se indica que el país es altamente vulnerable al cambio climático. Según el Banco Mundial, el Ecuador es vulnerable a riesgos climáticos como inundaciones, sequías y desprendimientos de tierras. Además, sufre los efectos de El Niño, un fenómeno que está relacionado con desastres como inundaciones y desprendimientos de tierras. Alrededor del 96% de la población vive en regiones costeras y montañosas. Como resultado de la ausencia de políticas para la planificación de las construcciones y el uso de las tierras, así como de la inestabilidad política, el Ecuador es muy vulnerable al cambio climático.
De acuerdo con el Atlas Global del Carbono, en 2020 el Ecuador emitió 1,6 toneladas de CO2 equivalente por persona, lo que supone un nivel medio de emisiones. El mayor porcentaje de emisiones proviene del sector energético (incluido el transporte), la industria forestal y la agricultura.
En 1992, el Ecuador se unió a la CMNUCC en calidad de país no incluido en el anexo I (no industrializado). En el año 2000, el Gobierno ratificó el Protocolo de Kyoto, en 2015 aceptó la Enmienda de Doha y en 2017 ratificó el Acuerdo de París. Además, en 2008 y en 2020 firmó y ratificó respectivamente el Acuerdo de Escazú.
ii. Organismos gubernamentales pertinentes
Cambio climático
El Ecuador apuesta por el fortalecimiento de los organismos institucionales para abordar el cambio climático. En aras de atajar el cambio climático, el país recurre a una serie de colaboraciones entre organismos gubernamentales, e instituciones educativas y privadas. En la Estrategia Nacional de Cambio Climático del Ecuador (2012-2025) se enumeran los principales actores del cambio climático en el Ecuador, incluidas las organizaciones no gubernamentales (pág. 84; anexo 9).
El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica es responsable de garantizar la conservación y el desarrollo sostenible de los recursos naturales del Ecuador. Según el Portal Regional para la Transferencia de Tecnología y la Acción frente al Cambio Climático en América Latina y el Caribe (REGATTA), adscrito al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el Ministerio del Ambiente trabaja desde 2010 con el objetivo de reducir la vulnerabilidad ambiental, social y económica. Además, fomenta la concienciación en la población ecuatoriana y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.
La Subsecretaría de Cambio Climático, adscrita al Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica, se encarga de liderar las medidas de mitigación y adaptación. Esta Subsecretaría tiene por objetivo garantizar la concienciación y la capacitación, y también desempeña funciones de promoción (legislativa e institucional). Asimismo, facilita la implementación de mecanismos tecnológicos, financieros y de comunicación en materia de cambio climático. La Subsecretaría está compuesta por la Dirección de Mitigación del Cambio Climático, la Dirección de Adaptación al Cambio Climático y la Dirección de Producción y Desarrollo Sostenible, que, conjuntamente, promueven, coordinan y orientan las políticas en materia de cambio climático.
Con el fin de incorporar la formulación de políticas sobre el cambio climático en el Ecuador (en el plano parroquial, municipal y nacional), se creó el Comité Interinstitucional de Cambio Climático, compuesto por el Ministerio del Ambiente, representantes del Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador y representantes de la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas. El Comité Interinstitucional coordina las políticas nacionales e internacionales de mitigación y adaptación. El artículo 3 del Decreto núm. 495 atribuye al Comité la tarea de impulsar las actividades de educación, capacitación, asistencia técnica, especialización y difusión en materia de variabilidad climática y cambio climático, con participación pública, privada, comunitaria y de la sociedad civil, tanto a nivel nacional como internacional.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería trabaja con los agricultores, el Gobierno y otras partes interesadas, y colabora en asuntos relativos al cambio climático para emprender iniciativas de adaptación y mitigación. Ha participado en proyectos que buscaban, entre otros objetivos, vigilar los cambios extremos en las tierras de producción, la resiliencia y la deforestación, y dotar a la población de herramientas para enfrentarse mejor al cambio climático.
El Ministerio de Energía y Minas promociona la transición ecológica mediante una gestión integral de los recursos hídricos, tal y como se establece en políticas nacionales como los planes nacionales de desarrollo, y adopta medidas de adaptación y mitigación de conformidad con las directrices de desarrollo sostenible.
La Dirección Nacional de Ambiente y Salud, que forma parte del Ministerio de Salud Pública, coordina políticas públicas en materia de seguridad ambiental y ocupacional. Del mismo modo, fomenta medidas para el análisis y la mitigación de los efectos y las consecuencias para la salud humana de la exposición a los factores de riesgo ambiental, así como para la adaptación a ellos.
Con la Constitución Política de la República del Ecuador (1998) dio comienzo la iniciativa para institucionalizar el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador, adscrito al Ministerio del Ambiente. Las zonas terrestres, marinas y costeras protegidas e incluidas en el sistema suponen el 20% del total del territorio. El sistema tiene como objetivo preservar la biodiversidad, proporcionar alternativas para un uso sostenible de los recursos naturales y contribuir a la mejora de la calidad de vida de la población. Uno de sus temas de interés es el cambio climático.
La Secretaría Nacional de Planificación es la encargada de planificar con eficacia los objetivos nacionales y fomentar el desarrollo del país. Apuesta por impulsar el desarrollo del Ecuador en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluidos los relativos al cambio climático.
Entre 1998 y 2008, el Gobierno del Ecuador llevó a cabo un proceso de descentralización, gracias al cual es posible incorporar las iniciativas sobre el cambio climático en la formulación de políticas de todos los organismos públicos. Por ejemplo, el Consejo Nacional de Planificación creó el Sistema Nacional Descentralizado de Planificación Participativa. El Consejo está compuesto por el Presidente de la República, miembros de los organismos ministeriales y la ciudadanía, y se encarga de promulgar las políticas que guían el desarrollo del país y aprobar los planes nacionales de desarrollo. El Plan de Creación de Oportunidades, que es el Plan Nacional de Desarrollo del Ecuador para 2021-2025, subraya la función del Sistema Descentralizado en las interacciones entre los distintos sectores del Gobierno. Dicho plan se centra en un proceso de desarrollo resiliente para el cambio climático.
El Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador fomenta la creación de capacidades para que los gobiernos superen las desigualdades territoriales y consigan un mayor desarrollo sostenible. Promueve incitativas contra el cambio climático como Acción Provincial Frente al Cambio Climático, que impulsa la implementación de políticas de mitigación y adaptación frente al cambio climático en las 23 provincias del Ecuador. Concretamente, sus objetivos son generar o actualizar las estrategias provinciales de cambio climático y promover la gestión de conocimientos, el intercambio de experiencias y la difusión de buenas prácticas ambientales entre los gobiernos provinciales.
Educación y comunicación
En el Ecuador, la educación general básica y la educación secundaria son públicas y obligatorias (de los 5/6 a los 17/18 años de edad). El Ministerio de Educación proporciona y gestiona la educación en cooperación con sus departamentos descentralizados. El Ministerio mantiene un sistema de educación inclusiva que tiene como objetivo llegar a toda la población. La Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030) resalta los esfuerzos conjuntos del Ministerio de Educación y el Ministerio del Ambiente en materia de educación ambiental, incluido el cambio climático. El Ministerio del Ambiente también cuenta con proyectos sobre el cambio climático que abarcan la educación sobre el cambio climático mediante investigaciones académicas, campañas y la participación en planes educativos.
La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación tiene como objetivo mejorar el acceso a la educación superior y fomentar la investigación en materias que potencien el sector académico y el productivo. Contribuye a incitativas sobre el cambio climático, en especial para reforzar las capacidades y la investigación. Cabe desatacar que, en la década pasada, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, a través de su Proyecto Prometeo, desempeñó una función central para la atracción de talento nacional e internacional y la creación de redes de investigación y docencia en el país. Por otro lado, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación archiva y reconoce las cualificaciones de educación superior y terciaria, tanto de los docentes nacionales como de los visitantes.
La Dirección Nacional de Formación Continua forma parte del Ministerio de Educación. Es responsable de la formación profesional y técnica, así como del aprendizaje a lo largo de la vida.
En el Ecuador, el Instituto Nacional de Estadística y Censos recopila y hace un seguimiento de la información nacional sobre aspectos sociodemográficos, económicos, educativos y ambientales. Produce y difunde investigaciones, estudios, planes y estadísticas nacionales en aras de mejorar el análisis socioeconómico y la planificación nacional.
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador contribuye a la investigación científica y la educación ambiental, que supone un pilar fundamental de las interacciones con la ciudadanía tanto dentro como fuera de las áreas protegidas. Si bien el cambio climático no forma parte de sus programas educativos, el sistema presta su atención a la función fundamental que desempeñan las áreas protegidas en el contexto del cambio climático.
iii. Leyes, políticas y planes pertinentes
Cambio climático
La Constitución Política del Ecuador (2008) es la primera en la historia que reconoce el derecho de la naturaleza a que se respete su existencia y su conservación. Las cuestiones relativas al cambio climático se abordan en el artículo 414, que garantiza la adopción de medidas adecuadas y universales para mitigar y proteger a la población en riesgo frente a dicho problema mundial. En el artículo 14 se reconoce el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen vivir, sumak kawsay. Se trata de un enfoque que proviene de la antigüedad y tiene como objetivo un desarrollo equitativo y una gestión sostenible de los recursos naturales. El concepto sumak kawsay también se ha incorporado en el marco nacional de políticas, incluido el sistema educativo y las directrices sobre el cambio climático.
En el Decreto núm. 1815 (2009) se declara como política de Estado la adaptación y mitigación frente al cambio climático, lo que implica su relevancia absoluta y sienta las bases para que el Estado adopte medidas en las que se definan enfoques climáticos concretos. Además, en virtud de dicho Decreto, el Ministerio del Ambiente es el encargado de la formulación y ejecución de medidas de concienciación. En el Decreto núm. 095 (2012), una actualización del Decreto núm. 1815, se declara como política de Estado la Estrategia Nacional de Cambio Climático del Ecuador (2012-2025).
En 2012 se puso en marcha la Estrategia Nacional de Cambio Climático del Ecuador (2012-2025) con el objetivo de orientar las medidas y políticas que debía adoptar el país a fin de preparase ante fenómenos climáticos extremos, una amenaza para la mayoría de los sectores del Ecuador. En su sección núm. 6 se mencionan tres instrumentos: el Plan Nacional de Creación y Fortalecimiento de Condiciones, el Plan Nacional de Mitigación y el Plan Nacional de Adaptación. La estrategia responde al propósito de crear y mejorar las condiciones a corto plazo. Para ello, se recurre a la divulgación pública de información sobre el cambio climático, la concienciación, el fortalecimiento de capacidades, la facilitación de mecanismos y tecnologías y el financiamiento de actividades relativas al cambio climático. El objetivo último es dotar a la población y a los organismos institucionales de herramientas que a medio plazo les permitan implementar mejor los planes de adaptación y mitigación.
En 2015, el Ecuador adoptó una Estrategia Nacional para el Cambio de la Matriz Productora, cuyo objetivo es conseguir una gestión más responsable de los recursos, adoptar normativas, e incentivar las normas ecológicas, la eficiencia ecológica y las prácticas respetuosas con el medio ambiente que contribuyen a atajar el cambio climático.
En 2017, el Código Orgánico del Ambiente estableció una serie de directrices nacionales en materia ambiental que abarcan políticas prácticas y de transversalización para hacer frente los efectos del cambio climático mediante la mitigación y la adaptación. En el Código se protege el derecho de la ciudadanía a vivir en un ambiente sano y se determina que es tarea del Estado satisfacer dicho derecho mediante planes y estrategias, también en asuntos relativos al cambio climático. Está sujeto a la dirección del Ministerio del Ambiente para planificar, regular, gestionar y coordinar el sistema descentralizado de gestión ambiental nacional. Ello implica que el Ministerio también se encarga de coordinar la implementación y mejora de las directrices en materias como la educación y la investigación ambientales, la participación ciudadana en la gestión ambiental y el Sistema Único de Información Ambiental.
El Reglamento al Código Orgánico Ambiental (2019) complementa y regula el Código. Conjuntamente, ambos textos contribuyen a la gestión del cambio climático en el Ecuador e incluyen iniciativas de Acción para el Empoderamiento Climático que dotan a la ciudadanía de herramientas para gestionar los asuntos relacionados. La educación ambiental se considera en ambos textos legislativos un elemento fundamental, y se contemplan estrategias, planes y proyectos nacionales de educación formal y no formal en el Ecuador que incluyen el cambio climático como un enfoque temático de la educación ambiental.
Desde el primer Plan Nacional de Desarrollo (2007-2010) se han incluido iniciativas contra el cambio climático en los planes nacionales de desarrollo. La Secretaría Nacional de Planificación se encarga de presentar el "Examen Nacional Voluntario sobre los ODS" y el "Informe de Avance del Cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible".
Los planes nacionales de desarrollo del Ecuador han incorporado el término ancestral sumak kawsay (buen vivir o vida plena), que implica el desarrollo del país en combinación con buenas prácticas ambientales y sobre el cambio climático. Por ejemplo, el Plan Toda una Vida (Plan Nacional de Desarrollo, 2017-2021) promovía una economía y un desarrollo en consonancia con los principios sostenibles, garantizaba los derechos de la naturaleza mediante la reducción de la contaminación y las emisiones de gases de efecto invernadero, promovía la conservación de la naturaleza, y fomentaba la adaptación y la mitigación mediante prácticas contra el cambio climático.
En el Plan de Creación de Oportunidades (Plan Nacional de Desarrollo, 2021-2025), el Gobierno incluyó entre sus objetivos la aplicación de medidas que dotaran al Ecuador de procedimientos de adaptación y mitigación. La meta que se propone es conseguir una economía sostenible gracias a las energías y el transporte limpios, y aumentar la resiliencia frente al cambio climático mediante la reducción de la vulnerabilidad a este.
Paralelamente a la Primera Contribución Determinada a Nivel Nacional (2019), el Plan de Implementación de la Primera Contribución Determinada a Nivel Nacional del Ecuador (2020-2025) alienta a todos los actores nacionales y sectoriales a que colaboren con el compromiso mundial de atajar el cambio climático. Ambos documentos persiguen incrementar la capacidad adaptativa del país y reducir los efectos del cambio climático, así como responder a las circunstancias nacionales en el marco de la equidad, el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
En 2021, el Gobierno del Ecuador presentó la Estrategia Nacional de Financiamiento Climático, que fomenta la gestión, asignación y movilización eficaz de financiamiento climático internacional, nacional, público y privado para conseguir los objetivos relativos al cambio climático. Sus estrategias han sido establecidas de conformidad con la Agenda 2030.
El proyecto Acción Provincial Frente al Cambio Climático alienta a los 23 gobiernos provinciales del Ecuador a presentar estrategias provinciales de cambio climático, que deben elaborarse con arreglo al “Informe metodológico y guía de interpretación de los diagnósticos provinciales de cambio climático”, alineado con los ODS. Se realizan encuestas sobre la posible formulación de normativa a fin de desarrollar estrategias, incluidas la promoción de la educación y la capacitación sobre el cambio climático, la concienciación y la difusión de información.
Educación y comunicación
En 2004, el Ecuador promulgó la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública, que garantiza y regula el derecho fundamental de la ciudadanía a acceder a la información en el contexto de la democratización de la sociedad ecuatoriana.
La Ley Orgánica de Educación Intercultural (2011) del Ecuador garantiza una educación inclusiva e igualitaria para la ciudadanía en la que se tiene en cuenta la diversidad geográfica, cultural y lingüística, y se respetan los derechos de las comunidades, los pueblos y las nacionalidades.
En el marco curricular nacional (adoptado en 2016 y modificado en 2019) se regulan todos los niveles educativos, desde la educación preparatoria hasta la secundaria, con el objetivo de que sus directrices educativas fomenten el desarrollo y la socialización de las nuevas generaciones. En todos los niveles educativos se incorpora un proceso pedagógico ambiental que incluye también enfoques sobre el cambio climático, sobre todo en los niveles superiores.
El Plan Estratégico Institucional (2018-2021), que publicó el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, fomenta la evaluación interna y externa tanto del sistema educativo nacional como de sus componentes con el objetivo de mejorar la calidad de la educación. En dicho plan se mencionan los planes nacionales de desarrollo como instrumentos de planificación que garantizarán a la ciudadanía el derecho a acceder a una educación de calidad. No se hace referencia alguna al cambio climático, pero el Plan Estratégico Institucional está en consonancia con el Plan Toda una Vida (Plan Nacional de Desarrollo, 2017-2021), que incluye la educación y el cambio climático.
La Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030) aboga por una educación ambiental para el estudiantado de todos los niveles, instaura la educación ambiental tanto en las instituciones públicas como en las privadas, refuerza la dimensión ambiental de la formación académica, y promueve recursos educativos y formativos que facilitan el desarrollo de conocimientos, comportamientos y prácticas socioambientales. El enfoque de la educación ambiental presente en dicha estrategia incluye de manera intrínseca el cambio climático como el mayor problema ambiental del planeta. En la estrategia se considera que los medios de comunicación son uno de los elementos centrales para facilitar el desarrollo de sus planes.
Desde 2010, el Ecuador ha trabajado para fortalecer las políticas públicas y reducir los riesgos de la comunidad educativa ante amenazas naturales, mediante la implementación de políticas y la aplicación de medidas en las escuelas. Por ejemplo, el Plan Nacional para la Reducción de Riesgos de Desastres en Educación (2018-2030) está en consonancia con los ODS y responde al propósito de dotar a la comunidad educativa de habilidades y conocimientos preventivos, adaptativos y de rehabilitación, así como de habilidades para actuar de manera resiliente frente a situaciones de emergencia o desastres.
iv. Terminología utilizada para la educación y comunicación sobre el cambio climático
Gracias a un trabajo nacional continuo en documentos y proyectos, la inclusión del cambio climático en la comunicación y la educación se considera una prioridad. En las políticas del Ecuador se emplean términos como cambio climático, educación ambiental e información ambiental.
Educación sobre el cambio climático se ha incluido en políticas nacionales. Por ejemplo, en la Estrategia Nacional de Cambio Climático del Ecuador (2012-2025), uno de los objetivos es “fomentar el desarrollo de módulos de educación formal sobre cambio climático para ser insertados en los programas de estudio regular en todas las instituciones educativas” (pág. 76).
El Código Orgánico del Ambiente incluye el término cambio climático en múltiples ocasiones y establece como objetivo la mejora de la comunicación y la educación sobre el cambio climático. Por ejemplo, el artículo 26 atribuye a los gobiernos autónomos descentralizados provinciales la tarea de desarrollar programas de difusión y educación sobre los problemas del cambio climático.
La Tercera Comunicación Nacional del Ecuador, en una sección dedicada a la educación sobre el cambio climático y la concienciación pública, incluye medidas educativas claras para abordar el cambio climático. En dicho documento se pone de relieve el trabajo de los ministerios en lo que respecta a la Acción para el Empoderamiento Climático:
El MAE [(Ministerio del Ambiente)] por medio de la SCC [(Subsecretaría de Cambio Climático)] ha trabajado en el fortalecimiento del conocimiento, de la regulación, de las capacidades y de la participación de los actores públicos, privados y de la sociedad civil, para enfrentar las causas y efectos del cambio climático, en el ámbito nacional y subnacional (pág. 538).
La Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030) menciona cambio climático y define la educación ambiental de la siguiente manera:
La Educación Ambiental constituye una estrategia para la difusión, sensibilización y capacitación de la ciudadanía; de esta manera apoya y fortalece el concepto de desarrollo sostenible, tomando como base una perspectiva de largo plazo donde ya no se apunta a la explotación de los recursos naturales sino a un manejo adecuado de los mismos, considerando las necesidades de las futuras generaciones (pág. 4).
En el marco curricular nacional (2016), en algunos niveles se incluye el término cambio climático, pero también se usa crisis socioambiental. Por ejemplo, en el plan de estudios del subnivel medio de Educación General Básica (2016) se indica que uno de los objetivos del área de Ciencias Naturales es “integrar los conceptos de las ciencias biológicas, químicas, físicas, geológicas y astronómicas, para comprender la ciencia, la tecnología y la sociedad, ligadas a la capacidad de inventar, innovar y dar soluciones a la crisis socioambiental” (pág. 216).
En el Plan Toda una Vida (Plan Nacional de Desarrollo, 2017-2021), la información y le educación ambientales se consideran herramientas para el bienestar de las generaciones futuras: “El acceso a la información y a la educación ambiental constituyen la base para una ciudadanía informada, comprometida y corresponsable con los procesos de cambio de patrones de consumo y gestión del hábitat” (pág. 65).
La Constitución Política del Ecuador (2008) incluye el término ancestral sumak kawsay, que puede interpretarse como “buen vivir”. También está relacionado con sumak kawsay el concepto Pacha Mama (madre naturaleza). Las traducciones del término suelen ser “buen vivir” o “vida plena”. En 2008 fueron varias las políticas nacionales en las que se incorporó el término. En la Tercera Comunicación Nacional se indica que su inclusión en los planes nacionales de desarrollo ha supuesto importantes mejoras en las condiciones de vida de la ciudadanía y, al mismo tiempo, ha fomentado un uso responsable de los recursos en aras de la prolongación indefinida de las culturas humanas, en paz y en armonía con la naturaleza. En la Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030) se refleja la importancia del término buen vivir en el sistema educativo:
Buen Vivir es un eje esencial de la educación, en la medida en que el proceso educativo debe contemplar la preparación de futuros ciudadanos para una sociedad inspirada en los principios del Buen Vivir, es decir, una sociedad democrática, equitativa, inclusiva, pacífica, promotora de la interculturalidad, tolerante con la diversidad y respetuosa de la naturaleza (pág. 34).
v. Presupuesto para la educación y comunicación sobre el cambio climático
Según el Banco Mundial, en 2020 el Ecuador dedicó en torno al 4,1% de su producto interno bruto a la educación, pero no se asignaron fondos específicos para la comunicación y la educación sobre el cambio climático.
Si bien en los presupuestos de 2021, el Ecuador había previsto invertir 117.084,43 dólares de los Estados Unidos en medidas de adaptación y mitigación, solo se invirtieron 8.900,98. En los presupuestos no se incluyó ninguna partida específica para la comunicación y la educación sobre el cambio climático.
En el Código Orgánico del Ambiente y el Reglamento al Código Orgánico se determina que es tarea del Ministerio del Ambiente la supervisión de los fondos nacionales destinados a la gestión ambiental en el Ecuador. El Ministerio asigna planes, proyectos y actividades de financiamiento a la investigación, conservación y gestión sostenible del medio ambiente, la biodiversidad y la mitigación y adaptación frente al cambio climático.
Si bien en la Estrategia Nacional de Financiamiento Climático (2021) no se incluyen explícitamente la comunicación y la educación sobre el cambio climático, sí se fomenta la financiación destinada al fortalecimiento de capacidades y de conocimientos sobre el cambio climático. Asimismo, pone de relieve las instituciones nacionales e internacionales que contribuyen a la comunicación y la educación sobre el cambio climático.
El Fondo de Inversión Ambiental Sostenible no menciona la cuantía de fondos asignada a la educación sobre el cambio climático, pero invierte en innovación y creación de capacidades para la gestión ambiental. Entre los proyectos que financia se encuentran el Fondo de Áreas Protegidas Ecuador, que mantiene el Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador y trabaja en torno a la educación ambiental y las iniciativas sobre el cambio climático para las zonas protegidas.
i. El cambio climático en la educación primaria y secundaria
En virtud de la Constitución Política del Ecuador (2008), la educación es un derecho de la ciudadanía y un deber del Estado. Es un ámbito prioritario para garantizar la igualdad y la inclusión social, así como una condición indispensable para el buen vivir (sumak kawsay).
El Código Orgánico del Ambiente hace especial hincapié en la educación ambiental y establece que el marco curricular nacional deben incluir y crear materiales educativos sobre el cambio climático. El artículo 248 establece los fines del Estado en materia de cambio climático, entre los que se encuentra desarrollar programas de educación e investigación sobre el tema.
El Ecuador tiene una gran diversidad cultural que abarca 14 naciones indígenas. En el sistema educativo se han implantado los currículos nacionales interculturales bilingües, planes de estudios redactados en las distintas lenguas nativas que ponen de relieve la importancia de todos los grupos lingüísticos y culturales del Ecuador. En la Ampliación Curricular para el Bachillerato Intercultural Bilingüe no se menciona el cambio climático, pero sí se incluye la educación ambiental, sobre todo en Ciencias Naturales. Por ejemplo, uno de los objetivos de la asignatura de Biología es que el alumnado identifique y reflexione sobre "la importancia social, económica y ambiental de la biodiversidad considerando a los bosques primarios, para identificar la problemática y los retos del Ecuador frente al manejo sostenible de su patrimonio natural” (pág. 122).
La Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030) fomenta la consolidación de la cultura ambiental y la concienciación en todos los niveles de la comunidad educativa del sistema nacional. Dicha estrategia menciona la inclusión del buen vivir en el sistema educativo como un principio rector universal que interacciona con la educación de dos formas: por un lado, para garantizar las igualdad de oportunidades de todas las personas y, por otro lado, para formar a los futuros ciudadanos en pos de una sociedad que se rija por este principio. Asimismo, tiene en cuenta la necesidad de que los planes de estudios incluyan más proyectos educativos relacionados con las realidades ambientales, además de proyectos ambientales de educación formal, a fin de determinar el alcance del aprendizaje cognitivo en la materia. Debe mejorarse el aprendizaje práctico. La estrategia considera que el cambio climático es un problema ambiental de actualidad.
El Plan de Creación y Fortalecimiento de Condiciones de la Estrategia Nacional de Cambio Climático del Ecuador (2012-2025) persigue la incorporación de módulos sobre el cambio climático en todos los niveles de la educación formal como parte del programa de estudios convencional de todas las instituciones educativas.
El sistema educativo del Ecuador comienza con la educación preescolar. En el Currículo de Educación Inicial (2014) se incluyen objetivos en materia de protección y respeto ambientales, que se imparten en el marco del aprendizaje de conductas. El alumnado de entre 3 y 5 años experimentan con la curiosidad en acciones de conservación ecológica como depositar la basura en el lugar adecuado, ahorrar agua o cuidar de animales.
La Educación General Básica, para el alumnado de entre 5 y 14 años, se divide en cuatro grupos: Educación Básica Preparatoria, Elemental, Media y Superior. El marco curricular nacional (2016) se divide por grupos de edad, y la educación sobre el cambio climático va aumentando progresivamente. En los planes de estudios de la Educación Básica Preparatoria y la Educación Básica Elemental no se incluye ninguna sección sobre el cambio climático. No obstante, a fin de formar a una ciudadanía responsable, se desarrollan perspectivas ambientales como los derechos y deberes culturales a entornos naturales y las directrices para la conservación ambiental. La Educación Básica Media y la Educación Básica Superior incluyen el cambio climático en las áreas de Ciencias Sociales y Naturales. El estudiantado adquiere un conocimiento general de la crisis ambiental actual, el calentamiento global y los efectos colaterales con el fin de empoderarlos mediante una perspectiva de justicia climática y habilidades para encontrar soluciones. El objetivo es que el estudiantado desarrolle el pensamiento crítico en torno a las causas antrópicas del problema en aras mejorar la adopción de decisiones futuras. En la sección de seguimiento del proyecto MECCE del presente perfil se puede encontrar una descripción de los tipos de palabras clave relacionadas con el cambio climático que se incluyen en los planes de estudio.
El plan de estudios de la educación secundaria, denominada Bachillerato, (2019) abarca los tres últimos años de educación secundaria. Pone el foco en el aprendizaje continuo a fin de que el estudiantado adquiera perspectivas de pensamiento en relación con el desarrollo sostenible en la vida cotidiana. Por ejemplo, uno de los objetivos de Biología es el siguiente:
Orientar el comportamiento hacia actitudes y prácticas responsables frente a los impactos socioambientales producidos por actividades antrópicas, que los preparen para la toma de decisiones fundamentadas en pro del desarrollo sostenible, para actuar con respeto y responsabilidad con los recursos de nuestro país (pág. 169).
La educación secundaria (Bachillerato) abarca también el Bachillerato Técnico en algunas áreas. En los estudios agropecuarios se incluye un plan de estudios de Conservación y Manejo de Recursos Naturales, donde se adopta una perspectiva de aprendizaje ambiental a través del aprendizaje práctico y cognitivo. El estudiantado completa módulos o proyectos que abordan los marcos jurídicos ambientales, el desarrollo sostenible, la educación ambiental, la participación ciudadana, el desarrollo de nuevas estrategias, y la prevención y mitigación de los efectos ambientales colaterales. El objetivo es que sea capaz de actuar y participar en la conservación y gestión ambiental, tanto a escala local como nacional.
Gracias al Acuerdo Galápagos por la Educación y al énfasis que se hace en la sostenibilidad en el currículo para Galápagos, se fomenta que el estudiantado de las cuatro islas aprenda desde una edad temprana a conservar su valioso territorio. Los planes de estudios fueron elaborados por las partes interesadas de las islas de manera conjunta y en torno a tres ejes —economía, medio ambiente y sociedad—, y están en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En los niveles del currículo para Galápagos, el cambio climático aparece en asignaturas como Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Además, se incluyen subtemas como los factores sociopolíticos que afectan a la crisis climática, la adaptación, la mitigación y la promoción de actividades favorables para hacer frente al cambio climático.
En 2017, el Ministerio de Educación dio a conocer el Programa de Educación Ambiental Tierra de Todos, cuyo objetivo era reforzar la cultura ambiental y la concienciación en el sector educativo. El programa, elaborado por un grupo de personas pertenecientes al mundo académico, el Gobierno y las organizaciones no gubernamentales, se centra en tres líneas de acción concretas: implementar nuevos métodos pedagógicos para la educación ambiental, mejorar los planes de estudios y hacer hincapié en el medio ambiente, e implementar prácticas ambientales sólidas en el sistema educativo nacional. A través del programa, más de 10.000 escuelas han aplicado directrices como la metodología TINI, lo que ha brindado al alumnado la oportunidad de plantar y cuidar jardines y espacios verdes pedagógicos en las escuelas. Una de las metas de la metodología TINI es la resiliencia contra el cambio climático. El estudiantado desarrolla habilidades, empatía y conocimientos para convivir en armonía con la naturaleza. El “Manual de Buenas Prácticas Ambientales para Instituciones Educativas” responde al propósito de concienciar y fomentar acciones más respetuosas con el medio ambiente en las comunidades. Aplica tanto el aprendizaje práctico como el cognitivo, y promueve campañas, seminarios y actividades ambientales en las escuelas.
En la Tercera Comunicación Nacional, de 2017, se menciona la escasa presencia de la educación sobre el cambio climático en los planes de estudios para mejorar la gestión del cambio climático en el Ecuador, y se subraya la necesidad de reforzar los currículos actuales de educación ambiental.
ii. El cambio climático en la formación docente y los recursos didácticos
La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación desempeña un papel central en la enseñanza superior ecuatoriana. Trabaja en torno a dos pilares fundamentales: la calidad académica y la investigación científica. La Secretaría participa en iniciativas sobre el cambio climático en educación superior a través de becas, financiamiento de proyectos, formación pedagógica e investigación.
El Código Orgánico del Ambiente y el Reglamento al Código Orgánico Ambiental establecen que el Ministerio del Ambiente debe promover la investigación científica en las instituciones de educación superior. El objetivo es el fomento de la cooperación entre instituciones para generar y recopilar información ambiental. Ninguno de los documentos menciona específicamente la educación sobre el cambio climático en la educación superior, pero el cambio climático está inherentemente presente en sus enfoques de la educación ambiental. El Ministerio puede promover nuevas iniciativas en el sistema educativo, y la investigación puede estar relacionada con las situaciones ambientales en el país.
La Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030) aboga por la incorporación y el fortalecimiento de la educación ambiental en la enseñanza superior. La estrategia promueve un diagnóstico integral para incluir las consideraciones ambientales y la sostenibilidad en las universidades. Subraya que alrededor del 94% de las escuelas universitarias y politécnicas ofrecen asignaturas de pregrado sobre cuestiones ambientales, y que el 70% ofrece maestrías en temas ambientales, también en gestión ambiental. En la estrategia, el cambio climático se considera un problema ambiental, por lo que es probable que las iniciativas para hacerle frente surjan en las instituciones de educación superior que ofrecen estudios ambientales.
Los organismos descentralizados también están aumentando la oferta en educación sobre el cambio climático en cooperación con organizaciones de alto nivel. Por ejemplo, la Subsecretaría de Cambio Climático, la Organización Panamericana de la Salud, y la Universidad Central del Ecuador crearon conjuntamente el Curso Regional de Salud y Clima para abordar técnicamente la salud pública y su estrecha relación con el comportamiento del clima.
La Estrategia Nacional de Financiamiento Climático (2021) recopiló información de 19 instituciones académicas que han puesto en marcha programas de especialización, posgrados, centros de investigación o actividades sobre el cambio climático. Las iniciativas son el curso sobre Financiamiento Internacional para Cambio Climático y Resiliencia en Ciudades, la Maestría en Cambio Climático, Agricultura, y Desarrollo Rural Sostenible, y la especialización en Liderazgo, Cambio Climático y Ciudades.
La Universidad Andina Simón Bolívar oferta tres programas de posgrado sobre medio ambiente y sostenibilidad. La Maestría en Cambio Climático, Sustentabilidad y Desarrollo y la especialización en Políticas de Cambio Climático, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos forman a profesionales mediante un trabajo interdisciplinar en ciencias sociales y naturales que les aporta información crítica para formular y aplicar políticas eficaces sobre el cambio climático y otras materias relacionadas. La maestría en Ecología Política y Alternativas al Desarrollo también ofrece asignaturas sobre el cambio climático.
En el Primer Informe Bienal de Actualización del Ecuador a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (2016) se menciona la necesidad de establecer un programa de cursos breves, seminarios web, maestrías y doctorados centrado en el cambio climático que cuente con el apoyo de los programas de becas de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación a fin de potenciar la creación de capacidades y la asistencia técnica para el desarrollo limpio y la mitigación del cambio climático. La Secretaría ofrece becas para programas de estudios y formación relacionados con el cambio climático, como Calentamiento Global, Mitigación y Adaptación mediante una Gestión de la Energía Sostenible y Equilibrada y Desarrollo de un Escenario Bajo en Carbono: Gestión de los Residuos en Situaciones de Crisis.
En la Tercera Comunicación Nacional se destaca la Maestría en Cambio Climático que oferta la Escuela Superior Politécnica del Litoral. En dicho programa se enseña a formular políticas de mitigación y adaptación mediante un enfoque estadístico, económico y de gestión de proyectos. En la Comunicación Nacional se sugiere que la educación y divulgación de la gestión del cambio climático debería fomentarse mediante programas permanentes y la inclusión de la materia en los planes de estudios de las instituciones educativas, incluidas las de educación superior.
iii. El cambio climático en la educación superior
En la Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030) se destacó la falta de formación docente sobre cuestiones ambientales en el marco educativo nacional. La estrategia incluye el diseño, la implementación y la evaluación de la formación, así como la actualización de los programas destinados a personal directivo y docente, incluida la planificación, los contenidos y los métodos para el período 2019-2030. El examen realizado para la elaboración del presente informe no ha encontrado ninguna novedad al respecto; sin embargo, el periódico El Comercio menciona una amplia participación en la formación docente sobre cuestiones relacionadas con el cambio climático. Ello supone la incorporación de la educación ambiental para el desarrollo sostenible dentro de los plazos propuestos en la estrategia.
El Plan de Creación y Fortalecimiento de Condiciones de la Estrategia Nacional de Cambio Climático del Ecuador (2012-2025) implica la mejora de la formación sobre el cambio climático en grupos públicos y privados, incluido el sector de la educación formal y la formación especializada. Entre las instituciones que colaboran con el desarrollo de dicho plan se encuentran la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación y el Ministerio del Ambiente.
El Programa de Educación Ambiental Tierra de Todos aboga por la formación de docentes mediante nuevos métodos pedagógicos para la educación ambiental. El programa tiene como objetivo incorporar la formación ambiental y sobre el cambio climático en las instituciones nacionales. Menciona que, entre 2017 y 2018, 2.019 docentes asistieron a cursos de formación ambiental.
El programa Formación Continua está liderado por la Dirección Nacional de Formación Continua, que tiene como objetivo mejorar el desempeño profesional de los cuerpos docentes mediante actividades y cursos de formación. La educación ambiental forma parte de los cursos ofertados, lo que resulta positivo para la cultura ambiental y la concienciación de la comunidad educativa. El plan de estudios incluye materias como el cambio climático, el patrimonio natural, la concienciación sobre cuestiones marinas y proyectos ambientales. Según el periódico El Comercio, entre junio de 2018 y mayo de 2021, 154.860 docentes han recibido formación para la educación sobre el cambio climático gracias a la Dirección Nacional de Formación Continua.
Mediante algunas iniciativas del Ministerio de Educación, se ofrecen consejos al personal directivo y docente sobre cómo evitar usar productos de papel en las actividades administrativas y el modo de promover el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Asimismo, se alienta al estudiantado a poner en práctica medidas respetuosas con el medio ambiente en días feriados como el Día del Árbol y mediante campañas de concienciación para reducir del uso del papel.
En 2017, la Tercera Comunicación Nacional del Ecuador mencionaba que era una prioridad del Ministerio de Educación mejorar la formación y los salarios del personal docente, y aumentar las horas de formación. También se puso de relieve el aumento de las prestaciones para docentes que tienen una maestría internacional.
iv. El cambio climático en la formación y el aprendizaje de adultos
En el artículo 27 del Reglamento al Código Orgánico Ambiental se establece que el Ministerio del Ambiente debe identificar y gestionar los mecanismos técnicos y financieros necesarios para desarrollar programas de formación, incluidas las iniciativas de la Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030). En dicha estrategia se incluye la formación ambiental para técnicos, público general, personal gubernamental e instituciones.
El Ministerio del Ambiente es conocido por los procesos de formación que se llevan a cabo en sus instituciones descentralizadas. Por ejemplo, en 2019 se organizaron siete talleres de desarrollo de capacidades para 60 miembros del personal técnico de la Subsecretaría de Cambio Climático, otros organismos gubernamentales aliados y proyectos de cooperación en materia de cambio climático. Los temas del taller incluían la igualdad de género en los proyectos sobre el cambio climático, la violencia como un límite en el desarrollo de la resiliencia y medidas para atajar el cambio climático, así como ejemplos de respuestas que integran tanto las cuestiones de género como el cambio climático.
El Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador incluye, entre sus ámbitos de interés, el desarrollo de capacidades. Desde 2012, ofrece el programa Aula Verde, que se centra en la formación del funcionariado que trabaja en las zonas protegidas, como guardabosques, administradores de áreas protegidas, responsables de vida silvestre y personal administrativo. La formación incluye temas como las amenazas a las áreas protegidas, el control de los incendios y la comunicación. Aunque el cambio climático no se menciona explícitamente en el programa, es uno de los temas de interés del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
El Servicio Ecuatoriano de Formación Ambiental oferta cursos en línea y presenciales. La sección sobre medio ambiente, ecología y silvicultura oferta un curso de formación sobre gestión ambiental para el público general y, además, está desarrollando módulos sobre legislación ambiental y sistemas de gestión ambiental. No obstante, actualmente no oferta cursos específicos sobre el cambio climático.
En el sector agrícola, los ministerios trabajan conjuntamente en nuevas iniciativas de adaptación al cambio climático. La “Guía didáctica para uso de fascículos y vídeos” del proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático (2021) potencia y articula las capacidades de los actores públicos y privados para prestar servicios de mejora de la capacidad de resiliencia y adaptación frente al cambio climático en las poblaciones rurales andinas.
En 2019, la fundación internacional Ensemble implementó el proyecto Propiciar la Adaptación al Cambio Climático de las Comunidades Andinas mediante la Gestión, Conservación y Restauración de los Páramos en el cantón Pedro Moncayo. El proyecto lleva a cabo evaluaciones, realiza trabajos de reforestación y ofrece escuelas de campo y asistencia técnica sostenible sobre mejores condiciones de vida y técnicas agrícolas resilientes al cambio climático. Los gobiernos autónomos descentralizados provinciales también reciben asistencia técnica en materia de desarrollo productivo y gestión del ecosistema de los páramos, formulación de normativas, y métodos y herramientas que garanticen que el uso de las tierras esté en consonancia con las buenas prácticas de adaptación al cambio climático.
En el programa PROAmazonía, partes interesadas como REDD+ Ecuador, el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Agricultura y Ganadería colaboran en estrategias de formación para las comunidades, las naciones indígenas y los grupos culturales del Ecuador. Por ejemplo, la guía de capacitación sobre el cambio climático explica la naturaleza del cambio climático, el efecto invernadero y cómo abordar dichos asuntos (mitigación y adaptación frente al cambio climático). De este modo, se fortalecen las capacidades de los grupos en materia de cambio climático, y se reduce la deforestación y la degradación de los bosques.
Según la Tercera Comunicación Nacional del Ecuador, el Ministerio del Ambiente y la Subsecretaría de Cambio Climático han trabajado para reforzar los conocimientos de los actores públicos y privados, la normativa, las capacidades y la participación. En diciembre de 2015, 130.854 personas habían recibido formación acerca de medidas de adaptación o mitigación frente al cambio climático.
En la Contribución Determinada a Nivel Nacional (2019) se subraya la promoción del desarrollo de capacidades a escala nacional en diferentes instituciones que constituyen actores claves en la mitigación y adaptación frente al cambio climático. En las contribuciones también se respalda la implementación de un plan de acción sobre cuestiones de género y cambio climático que se centra en crear capacidades para subsanar las deficiencias en los asuntos sociales y de género.
i. Cambio climático y sensibilización pública
En lo que respecta a los enfoques del Ecuador en materia de Acción para el Empoderamiento Climático, el Código Orgánico del Ambiente (2017) fomenta la concienciación de la ciudadanía ecuatoriana. En virtud de dicho código, se alienta al Ministerio del Ambiente a que diseñe y promueva programas de concienciación sobre la gestión del cambio climático. Al implementar los programas, el Ministerio debe tener en cuenta las diferentes lenguas oficiales del Ecuador.
A través de políticas y estrategias, el Gobierno ha incorporado acciones sobre el cambio climático en aras de la concienciación. Por ejemplo, en la Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible se menciona que entre 2010 y 2014 el Ministerio del Ambiente aplicó estrategias de concienciación relacionadas con el Plan Nacional para el Buen Vivir (Plan de Desarrollo Nacional, 2009-2013). El Ministerio tiene como objetivo “concienciar a la población sobre las causas y efectos del cambio climático y fomentar, mediante procesos educativos para los sectores productivos y sociales, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero” (pág. 43). En la estrategia se hace hincapié en implantar procesos educativos no formales en los organismos de planificación nacional y local a fin conseguir los objetivos ambientales y de concienciación.
En 2013, el Ministerio del Ambiente presentó la Calculadora de Huella Ecológica Personal, que permite a cualquier usuario introducir los datos de su consumo individual, evaluar el impacto que tienen sus actividades para el medio ambiente y recibir sugerencias con alternativas para mejorar su consumo de los recursos.
El programa PROAmazonía pone de relieve su apoyo al Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 (Acción por el Clima). En aras de reducir la reforestación, el programa participa en proyectos relacionados en colaboración con el Ministerio del Ambiente, el Ministerio de Agricultura y Ganadería y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El programa también promueve la gestión sostenible e integral de los recursos naturales, la erradicación de la pobreza y al desarrollo humano sostenible.
Diferentes partes interesadas impulsan mecanismos como, entre otros, conferencias para la concienciación sobre el cambio climático en el Ecuador. Por ejemplo, la plataforma de eventos BuenPlan anunció en 2020 la conferencia Educación en Cambio Climático “Ecuador 2020”, cuyo objetivo era difundir conocimientos sobre el cambio climático y sus efectos en el planeta, los ecosistemas y los seres humanos.
En línea con lo recogido en el Primer Informe Bienal de Actualización del Ecuador (2016), el país emplea estrategias de concienciación para llegar al público y conseguir un impacto relevante. En el informe se recogen acciones que promueven la gestión de los residuos y la reducción de la contaminación ambiental mediante estrategias, planes y actividades de formación, concienciación y promoción destinadas a todos los actores implicados. Asimismo, se indica que, a través de un proceso de desarrollo sistemático, las comunicaciones nacionales del Ecuador han avanzado en líneas de acción como la formulación de políticas, la comunicación y la concienciación.
La Contribución Determinada a Nivel Nacional (2019) incluye varios programas de concienciación para la adaptación al cambio climático. En las contribuciones se hace constar que el país está creando materiales y otras campañas para educar a la ciudadanía sobre asuntos relacionados con el cambio climático, como la salud, el agua y los residuos.
ii. Cambio climático y acceso público a la información
El artículo 81 de la Constitución Política del Ecuador garantiza el derecho a acceder a fuentes de información sobre acontecimientos de interés general. La Ley Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información Pública (2004) refuerza la legislación y la observancia en materia de participación ciudadana, acceso democrático a la información y vigilancia de una administración pública eficaz.
El país también firmó y ratificó el Acuerdo de Escazú, que responde al objetivo de mejorar la participación pública y hacer más transparente la información ambiental.
El artículo 19 del Código Orgánico del Ambiente establece que el Sistema Único de Información Ambiental es la herramienta en la que se integrará toda la información y que regulará las actividades ambientales a escala nacional. Por ejemplo, el Ministerio del Ambiente cuenta con un sitio web donde ofrece datos nacionales de subsecretarías, planes nacionales y gestión del cambio climático, así como mapas interactivos con información ambiental.
El Sistema Nacional de Información del Ecuador ofrece a la ciudadanía una gran variedad de información, también sobre el cambio climático. Los usuarios pueden consultar noticias nacionales e internacionales, documentos del Gobierno, estadísticas, planes nacionales, proyectos, documentos internacionales y documentos jurídicos.
Asimismo, en el sitio web del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador puede accederse a información gratuita de manera sencilla. En él se encuentran documentos nacionales oficiales, noticias, investigaciones, programas de educación ambiental, las listas y programas de las zonas protegidas, y los enfoques y logros del sistema. Además, el sitio web incluye información sobre los puntos en común entre el cambio climático y las áreas protegidas.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos recopila información técnica sobre diferentes asuntos nacionales del Ecuador. No menciona el cambio climático directamente, pero cuenta con una sección ambiental que pone a disposición de la ciudadanía estadísticas sobre fenómenos extremos o desastres, gestión de residuos, agua, y consumo de energía.
El Ministerio del Ambiente trabaja en favor de la concienciación sobre el cambio climático en sus cuentas en redes sociales como Facebook, Twitter y YouTube, donde publica noticias, próximos programas sobre el medio ambiente o el cambio climático, imágenes para la concienciación, charlas sobre el cambio climático, materiales sobre la importancia de las áreas protegidas, noticias climáticas relevantes y fechas importantes para el planeta.
La continuidad de las acciones establecidas en la Estrategia Nacional de Cambio Climático del Ecuador (2012-2025), concretamente en su Plan Nacional de Creación y Fortalecimiento de Condiciones, promueve el acceso, a través de la gestión de los conocimientos, a información comprensible sobre el cambio climático con fines de concienciación.
El Primer Informe Bienal de Actualización del Ecuador, de 2016, subrayaba la importancia de fortalecer y crear más sistemas de información y plataformas tecnológicas para gestionar los conocimientos sobre el cambio climático. El objetivo es facilitar el acceso a la información a la ciudadanía y los responsables de la formulación de políticas.
En la Tercera Comunicación Nacional del Ecuador a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (2017) se indica que el país ha conseguido grandes avances en lo que respecta a la creación y gestión de información, indicadores y bases de datos. También se subraya el gran trabajo de instituciones como el Ministerio del Ambiente, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el Sistema Único de Información Ambiental y la Secretaría Nacional de Planificación.
iii. Cambio climático y participación pública
El Ecuador es un país democrático. El Gobierno fomenta la participación ciudadana, que cuenta con las garantías de un derecho fundamental, y prioriza el buen vivir (sumak kawsay) de la población.
El Ministerio del Ambiente fomenta la participación pública en la adopción de decisiones para proyectos y planes futuros. Por ejemplo, en abril de 2021, el Ministerio pidió a la ciudadanía que enviara sus comentarios y colaborase en la elaboración del Programa Ecuador Carbono Cero. Dicho programa tiene por objetivo conseguir las metas establecidas en el Acuerdo de París y cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El Ministerio también tomó en consideración propuestas públicas y privadas para la formulación de la Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030), e incluyó aportaciones y propuestas concretas para conectarla con los intereses de la sociedad.
El Código Orgánico del Ambiente y su Reglamento garantizan la participación ciudadana en la gestión, planificación y adopción de decisiones ambientales. Asimismo, fomentan mecanismos como los consejos ciudadanos sectoriales y los consejos consultivos locales, compuestos por representantes de la sociedad civil, las comunidades, los pueblos y las naciones indígenas.
El Ministerio del Ambiente elaboró la Primera Contribución Determinada a Nivel Nacional (2019) mediante un proceso participativo, con el apoyo de alrededor de 150 partes interesadas de la sociedad, el mundo académico, los sectores público y privado, y los colaboradores internacionales. En las contribuciones se definen políticas para atajar el cambio climático de un modo más resiliente y se priorizan la adaptación y la mitigación.
El Ministerio del Ambiente destaca que, a finales de 2021, se habían creado sendos consejos consultivos locales en seis provincias del Ecuador. Se trata de espacios de participación en los que se preparan diagnósticos ambientales de las provincias, se diseñan los planes provinciales de educación ambiental y se planifican actividades de concienciación. Ya son dos los consejos que han implementado planes ambientales provinciales. Por ejemplo, entre los objetivos del Plan Provincial de Educación Ambiental de Imbabura (2020-2025) se encuentra la inclusión del cambio climático en los procesos de educación ambiental.
En el marco del programa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) Futuros de la Educación (2019), el Ministerio de Educación ha tenido en cuenta las perspectivas de la ciudadanía sobre el sistema educativo a través de una consulta participativa de la comunidad educativa. La finalidad de la consulta es fomentar el debate sobre cómo mejorar los procesos de aprendizaje a la vez que se confrontan fenómenos globales tan complejos como el cambio climático o emergencias sanitarias como la COVID-19.
La participación ciudadana es uno de los principios que rigen la aplicación de la Estrategia Nacional de Cambio Climático del Ecuador (2012-2025), en la que se alienta a la población del Ecuador a participar en un comité sobre el cambio climático:
Todos los ecuatorianos y ecuatorianas pueden contribuir a gestionar la respuesta al cambio climático; por tanto, se buscará que todas las personas y organizaciones se involucren activa y positivamente en la implementación de medidas y acciones de mitigación y adaptación al cambio climático (pág. 36).
En la Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030), una de las líneas de acción es mejorar la participación ciudadana por medio de la educación. La estrategia hace hincapié en que la participación pública es una herramienta clave para involucrar a la ciudadanía en la adopción de decisiones y la formulación de estrategias con las que resolver las diferentes problemáticas.
i. Seguimiento de país
El Gobierno del Ecuador se ha comprometido a implantar y reforzar las políticas en materia de cambio climático y educación, lo que repercute positivamente en el seguimiento de las líneas de acción continua y contribuye a un seguimiento más eficaz de los procesos.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos colabora aportando información para el seguimiento de las acciones, los desastres y los procesos ambientales del Ecuador. Así, por ejemplo, el Censo de Información Ambiental Económica en Gobiernos Autónomos Descentralizados Provinciales (2021) hizo un seguimiento de las inversiones monetarias en gestión ambiental para diseñar, mantener, mejorar y planificar políticas relacionadas con las sostenibilidad del Ecuador. El censo recopiló información sobre el desempeño de los gobiernos, así como las medidas, los planes y los proyectos implementados en materia ambiental.
La Secretaría Nacional de Planificación desempeña un papel fundamental en el desarrollo de todo el país, mediante el seguimiento de las estrategias y planes, tanto nacionales como internacionales, para mejorar el desempeño. Por ejemplo, recopila los informes de avance del cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (2019), donde se revisan todos los enfoques y avances en relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
De conformidad con la Estrategia Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo Sostenible (2017-2030), los sistemas de seguimiento de la educación determinan el nivel del compromiso ambiental en la comunidad educativa. La estrategia hace hincapié en que dicha actividad se convierta en un proceso continuado en el tiempo para poder comparar los avances y retrocesos. Algunos de los resultados del estudio del currículo de Educación General Básica que se realizó en el marco de la estrategia indican la necesidad de ajustar todas las materias en los niveles de Educación General Básica y Bachillerato. El estudio cuenta con la participación interdisciplinar de organismos como el Ministerio del Ambiente, con la finalidad de mejorar e incluir la educación ambiental y el seguimiento de la educación sobre el cambio climático.
El Ministerio de Educación recopila información y hace un seguimiento de los procesos educativos a lo largo del tiempo a través de la plataforma Datos Abiertos, de acceso público y gratuito. La plataforma evalúa las necesidades de las instituciones, las tasas de abandono y graduación, la inclusión en el plan de estudios, y los indicadores económicos y demográficos, entre otras informaciones que contribuyen a mejorar el sistema educativo ecuatoriano.
En el marco del Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador y su iniciativa Acción Provincial Frente al Cambio Climático, se anima a las provincias a realizar diagnósticos provinciales de cambio climático. En dichos diagnósticos se evalúa la situación actual de las provincias en lo que respecta al cambio climático y se mejora el proceso de las estrategias provinciales de cambio climático. En 2019, las 23 provincias del país habían puesto en marcha sus estrategias, pero el acceso público a ellas es limitado, por lo que, para la elaboración del presente informe, no ha podido hacerse un seguimiento de la comunicación y la educación sobre el cambio climático en ellas.
ii. Seguimiento del proyecto MECCE
En 2016, el proyecto de seguimiento y evaluación de la comunicación y la educación climática (MECCE, por sus siglas en inglés) examinó el marco curricular nacional (dividido en cuatro grupos de edad), el Plan Estratégico Institucional (2018-2021) y el plan de estudios de 2016 para Bachillerato en busca de los términos cambio climático, medio ambiente, sostenibilidad y biodiversidad.
Cambio climático aparece mencionado 34 veces a lo largo de todos los niveles del marco curricular nacional. Medio ambiente se menciona 426 veces, sostenibilidad, 8 veces, y biodiversidad, otras 8.
En el Plan Estratégico Institucional no se menciona cambio climático. Medio ambiente se menciona 3 veces; sostenibilidad, 2 veces, y biodiversidad no aparece.
En el plan de estudios de los últimos tres años de educación secundaria, Bachillerato, medio ambiente aparece en 20 ocasiones; biodiversidad, en 33; sostenibilidad, en 14, y cambio climático en 9.
Este perfil fue revisado por Javier Collado, Decano de Innovación Educativa y Emprendimiento, Universidad Nacional de Educación (UNAE), Ecuador y Luis Jordá Bordehore, Profesor, Universidad Politécnica de Madrid, España.